sábado, 20 de noviembre de 2010

MI MEDALLA

Mare Mi Medalla, es mi fiel compañera en este duro viaje que es la vida, desde la cabecera de mi cama o colgada en mi cuello vela por mi a cada minuto y a cada segundo, ella me recuerda constantemente quien soy y cuales son mis raíces, sabe perfectamente que es lo que necesito y si está en su mano no duda ni un segundo en ofrecérmelo sin pedirme nada a cambio,....a mi lado escucha atentamente mis súplicas y en estos inviernos donde la distancia se hace mayor, me acompaña derrochando paciencia, hasta la llegada de la nueva primavera me acerque otra vez a Ti,...... por los senderos de Doñana con sabiduría me guía hasta tus plantas,.... una vez allí, frente a tu reja recoge las lágrimas que mis ojos van derramando,.... ella sabe darme consuelo en esas noches cerradas en las que sólo se divisa la oscuridad, y cuando no vislumbro el Sol es la vela donde se posan mis miradas,..... cuando la tristeza hace mella en mi alma ella sabe darme el cariño que necesito, sabe curar mis heridas con un simple reflejo o con una simple caricia sobre mi pecho, sabe a cada instante cuales son mis virtudes y cuales son mis carencias, es el hombro donde me apoyo y el brazo que me levanta cuando la vida me da un duro golpe,..... mi medalla es sabia, sabe entenderme a la perfección, son muchos años a mi vera,....... donde ha habido momentos de alegrías y otros momentos de penas, instantes donde se han mezclado llantos y sonrisas, años en los cuales los tiempos han cambiado, al igual que yo también he cambiado, y ella ha sabido aceptarlos y aceptarme a mi,.... Mare Mi Medalla también es la vara que me ayuda a caminar durante el resto del año, ese año donde los pasos se hacen lentos, y donde voy dejando en cada huella sudores y sufrimientos, aunque todo sea dicho, también hay pisadas donde sólo reina la felicidad,.... Mi Medalla  me ha enseñado a ser humilde y buena rocieroa, a hablar con el corazón, de su boca nunca ha salido un “quejío” y su cordón renegrido está siempre orientado hacia la aldea, huele a romero y a muchos caminos, y aunque está deshilachado y viejo sujeta fuertemente mis promesas igual que un almonteño se agarra con fe a tus varales, Mi Medalla Mare vino hasta a mi vida un día y desde entonces y como dije antes es mi fiel compañera, y a ti bendita medalla quiero rendirte hoy estas bellas palabras, para darte las gracias por los años que  has convivido conmigo, y si Dios quiere  por los años que quedan por venir, espero poder llevarte otro nuevo Rocío en mi cuello cuando llegue la bendita y ansiada primavera, y darte todo el cariño que tú durante todos estos años has sabido entregarme sin pedirme nada a cambio, espero ser digna de ti, y nunca fallarte en este largo y bello camino…… sigue ayudandome a seguir aprendiendo de este bonita senda que es el vivir por y para Nuestra Mare, La Virgen del Rocío, Blanca Paloma de Amor, y Pastora de las Marismas,.....

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